martes, 16 de diciembre de 2008

–¿Qué sería estar “realmente despierto”?–
Que la vida no te pase por al lado, tratar de mentirse lo menos posible, no hacerse la boluda con el dolor. Y también estar atento a lo que pasa alrededor, a lo que le pasa a la gente. No se puede vivir todas las vidas que te toca interpretar, pero eso es lo maravilloso de ser actriz, que te toca transitar sentimientos que en la vida no te tocan. Y si bien una encuentra paralelos en la paleta de colores de su propia experiencia también es necesaria la sensibilidad para captar lo que le pasa a la gente que tenés cerca. También es estar despierto no dejarse adormecer por un discurso social que lo intenta todo el tiempo, no subirse al carro de que la ideología está muerta, del exitismo, de la cáscara y de toda esa huevada infernal.

–Entonces alimentás alguna utopía...–
He vuelto a creer en algunas cosas, en los encuentros entre las personas, por ejemplo, algo sobre lo que estuve muy escéptica. Ahora creo firmemente que los iguales tarde o temprano se encuentran. Y también, después de estar muy peleado con lo místico -.el gesto le pone comillas a la palabra–, porque mientras me hacían ir a la iglesia, la Iglesia era cómplice de lo más macabro de nuestra historia, he encontrado mi propia religiosidad y creo que está basada en la fuerza creativa y en esos encuentros que alumbran.
Si su religión se basa en la fuerza creativa, el ritual para Virginia debe ser el canto, aunque es el de la actuación el terreno que mejor conoce. Ahora que un sueño está a punto de cumplirse, le bailan los ojos y las manos acomodan el pelo nerviosas cuando habla de ese proceso de escribir canciones y cantarlas: “Este es el espacio de mi alma en el que yo pude contar las cosas que quería y de las que necesitaba hablar, en estos años pude sacar afuera muchos fantasmas, muchos dolores, poniéndolos en letras. Fue un trabajo de mucha limpieza que me ha salvado personalmente. Y aunque nunca pensé que lo hacía para mostrarlo me di cuenta de que no quería que quedara sólo en casa”. Azucena, su personaje de “Campeones”, es el primer ensayo como cantante y ella está feliz porque se prepara para lo que vendrá, el disco o el show, en el que aparecerán otros temas, esos que cuando los canta la hacen “perder corporeidad, como si me transformara en un elemento transmisor de algo mucho más grande e inexplicable que yo misma”. Ahora que aprendió a darse permiso para decir lo que quiere decir no le teme al error, simplemente “me consuelo pensando que es mi manera de salvarme. Y si alguien más lo puede disfrutar conmigo, bienvenido sea”.

SI NO ES NUESTRA TERCER ALMA YO NO SE QUE ES...

TE AMO GUILLERMINA GALAN.
agos -

1 comentario:

  1. ESE ES EL EJEMPLO QUE DEBES SEGUIR HERMOSA MIA!!

    SABIA QUE TE AMO?

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